El ironman, un sueño, un mito, la distancia reina, lo que te hace levantarte a las 6 de la mañana. Seguro que más de alguno de los que me leen se acuestan imaginando escuchar el legendario "you are an ironman" o pedelean horas en el rodillo viendo videos de Hawaii en youtube.
La marca Ironman ha logrado de una manera espectacular posicionar esta prueba como algo que HAY que hacer en la vida de un deportista. El marketing y la mediatización de sus pruebas permiten hacer llegar imágenes de nuestro deporte a muchas personas.
Varios empezaron a hacer triatlón atraídos por este tremendo desafío. Para aquellos fue este plan a largo plazo lo que los llevó a descubrir el triatlón.
Pero hay que considerar que la gente que no practica triatlón no diferencia el Ironman del triatlón. El impacto causado en el momento de escuchar estas distancias locas bloquea todo el resto. Lo único con que se quedará nuestro interlocutor es que el triatlón-ironman es algo inalcanzable que solo algunos tipos superdotados y locos pueden hacer.
Desde mi punto de vista esta confusión impide a mucha gente descubrir el triatlón, entender que existen otras distancias mucho más alcanzables. Muchos se cohíben al pensar en el Ironman pero podrían perfectamente lanzarse mañana en una distancia sprint o un duatlon.
No voy a negar que correr un Ironman no es algo sencillo y necesita mucho tiempo, dedicación y dinero. Pero para un sprint se puede perfectamente pedir prestada una bici a un amigo, nadar sin traje (en caso de nadar en lago) y los entrenamientos necesarios para ser finisher no son tan exigentes.
Hay que desmitificar el triatlón, que la gente entienda que no hay que ser un superheroe para poder correr uno, que existen pruebas muy entretenidas y mucho más cortas donde uno puedo disfrutar este deporte sin una dedicación de cada instante.
Estás pruebas más cortas y más accesibles son la puerta de entrada a nuestro deporte. Es nuestra responsabilidad incentivar a nuestros amigos, conocidos, familiares a dar el paso, empezar con algo que no genere tanto miedo y seguro que llegando a ser finisher ya van a emocionarse y caer en esta locura genial que es el triatlón.
Así que les voy a dejar con unas tareas para la casa: aprovechando que está empezando la temporada de triatlones, cada uno de ustedes convenza a un conocido a inscribirse a un promocional o un sprint para que podamos hacer nuestro deporte accesible al mayor número de personas!
Y quién sabe, este amigo gordito que vas a animar a completar una distancia sprint para bajar de peso puede perfectamente ser el mismo quien en unos años más te animará a inscribirte con él a correr un Ironman al otro lado del mundo!
Por: Romain Babin
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