¿Cómo afecta la Vitamina D mi rendimiento?

Nuestros amigos de You Just Better, en particular el doctor, Juan Manuel Guzmán, nos dejó un interesante tema: La Vitamina. Pese a que muchas veces se obvia su importancia, en este artículo podemos ver que si eres deportista es importante tenerla en cuenta.

Actualmente existe una pandemia de deficiencia de vitamina D en todo el mundo. Se ha reportado que entre el 50 a 80% de los atletas élite tienen deficiencia de este micronutriente y hasta un 50% en el caso de deportistas de nivel universitario. Esta vitamina funciona como un regulador de hasta 2.000 genes involucrados en una variedad de funciones, como la salud ósea, la función muscular, el sistema cardiovascular, la inmunidad, todas importantes para la salud, el entrenamiento y el rendimiento.

Vitamina D y músculo: influye en el crecimiento muscular y la diferenciación, particularmente en fibras de contracción rápida (tipo II). La evidencia actual sugiere que vitamina D podría mejorar la masa muscular y la fuerza y podría acelerar la recuperación de los músculos al estrés del ejercicio intenso. Existe evidencia que muestra un aumento en la síntesis de proteínas musculares, concentración de ATP, fuerza, altura de salto, velocidad y potencia de salto, así como la capacidad de realizar ejercicio aeróbico y anaeróbico. Se ha observado que las personas con déficit de esta vitamina son más propensas a presentar dolor muscular (mialgias) e incluso pueden llegar a ser diagnosticados erróneamente con fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, miositis, entre otros.

Vitamina D y huesos: El déficit lleva a un aumento del riesgo de lesión, como las temidas fracturas por estrés, que lamentablemente son frecuentes en deportistas. Además, esta vitamina es muy importante para la absorción del calcio que ingerimos a través de la dieta, por lo que niveles adecuados son esenciales lograr una densidad mineral ósea óptima.

Vitamina D, corazón y vasos sanguíneos: El déficit de esta vitamina tiene efectos negativos en el funcionamiento sistema cardiovascular: afectando la contractilidad cardiaca, el tono de los vasos sanguíneos, favorece el desarrollo de ateroesclerosis, e incluso un déficit severo se ha asociado a muerte súbita cardiaca en deportistas. Por estos motivos se ha propuesto que el déficit de este micronutriente podría afectar negativamente la capacidad cardiorrespiratoria.

Vitamina D, sistema inmune e inflamación: Es un componente esencial para un correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune. Niveles altos de vitamina D se asocian a un menor número de infecciones respiratorias altas, las que además son de menor duración y severidad. Además, disminuye el nivel de sustancias (Citoquinas) inflamatorias en nuestro organismo.

Vitamina D y sistema nervioso: participa en la diferenciación, maduración y el crecimiento neuronal, también tiene efectos neuroprotectores e influye sobre varios neurotransmisores (Serotonina, dopamina, GABA) involucrados en la coordinación muscular y la fatiga central.

Si bien podemos obtener esta vitamina al exponer nuestra piel a la luz solar, factores como la contaminación ambiental, el invierno, vivir a mayor latitud, tener piel más oscura, entre otros, hacen que muchas veces exista déficit a pesar de tener un nivel adecuado de exposición solar. Por todos estos motivos, la medición de los niveles de vitamina D en deportistas es parte del screening rutinario. La suplementación de vitamina D en atletas con deficiencia ha demostrado que aumenta la fuerza muscular y niveles en sangre óptimos de vitamina D se asocian con tasas más bajas de lesiones y un mejor rendimiento deportivo.

¡CUIDADO! El consumo excesivo de vitamina D puede generar efectos tóxicos, procura asesorarte con un profesional de la salud antes y no automedicarte.